Paso 5: Qué hacer el día de su alegato oral

Llegue a la corte al menos 30 minutos antes del comienzo de su alegato oral. Asegúrese de ir al lugar correcto que le envió la corte.

Revise la política sobre los dispositivos electrónicos en el sitio web de su Corte de Apelación con antelación para ver si hay instrucciones especiales. Algunas cortes proporcionan una lista de dispositivos electrónicos autorizados junto con el aviso de la fecha de su alegato oral. Normalmente puede llevar una computadora portátil o una tableta a la corte. Si tiene consultas con respecto a los dispositivos electrónicos permitidos, contáctese con su Corte de Apelación.

Una vez dentro de la sala de la corte, regístrese con el secretario. Es posible que le pidan que complete un breve formulario con información básica sobre su caso.

Puede que la Corte de Apelación esté tratando otro caso mientras espera. Permanezca sentado en silencio y sea paciente.

El apelante y el demandado deben acercarse al frente de la sala y sentarse en la mesa de los abogados frente a los jueces.

• Si usted es el apelante, siéntese del lado izquierdo.
• Si usted es el apelado, siéntese del lado derecho.
• Si tiene abogado, debe sentarse a la mesa y presentar el alegato oral. Usted puede asistir, pero no está obligado a hacerlo si tiene representación legal. No se le permitirá dirigirse directamente a los jueces si su abogado se presenta en su nombre.

Cuando el juez que preside pregunte si su caso está listo para el alegato, confirme que está listo para proceder como el apelante o el apelado. Los apelantes hablan primero.

Cuando sea su turno, acérquese al estrado. Lleve consigo su resumen con los puntos clave. Si su caso involucra algún estatuto o contrato, tenga una copia preparada en el estrado.

Procure no llevar demasiados papeles. En poco tiempo, demasiados papeles pueden estorbar más que ayudar.

Si quiere usar notas electrónicas o documentos de respaldo, puede llevar una computadora portátil o una tableta a la sala y al estrado.

Comience dando su nombre. Puede usar la frase habitual, “Con la venia de la Corte, mi nombre es . . .”. Sin importar cómo lo haga, asegúrese de presentarse.

Si no tiene un abogado, avísele a los jueces que se representa a sí mismo. Pese a que la corte no podrá darle un trato especial, esto es útil para los jueces.

Hable durante el tiempo exacto que le haya asignado la corte. Recuerde que los jueces pueden interrumpirlo con preguntas. Si no tiene el tiempo suficiente para decir lo que planeó, deberá reducir parte de su alegato. Es útil planificar con anticipación qué partes del alegato puede omitir en caso de que se quede sin tiempo.

Hable despacio y con claridad. No interrumpa a los jueces cuando hacen preguntas.

Si un juez le hace una pregunta, detenga el punto que está exponiendo y responda de la manera más directa posible. No diga “Ya llegaré a eso” o “Responderé su pregunta en uno de mis próximos puntos”. Si necesita omitir parte de su alegato para responder una pregunta, hágalo. Las preguntas suelen estar relacionadas con puntos clave de su caso, así que esta es una oportunidad para aclarar asuntos importantes.

Si no tiene respuesta para una pregunta, es importante que sea sincero. No distorsione los hechos ni la ley, y evite inventar respuestas.

Si es el apelante, puede dividir su tiempo, usando una parte al inicio y reservando el resto para después del alegato del apelado. Si desea guardar tiempo para volver a hablar después del apelado, una vez que se haya presentado, comunique al panel de jueces cuántos minutos desea “reservar”. Si es usted el apelado, no podrá dividir su tiempo.

Puede revisar su resumen en cualquier momento para asegurarse de tratar todos los puntos importantes.

El juez que preside le avisará cuando se agote su tiempo. Cuando esto suceda, detenga de inmediato su alegato y regrese a su asiento en la mesa de abogados.